En el año 2022 el mundo se ha enfrentado a varios desafíos importantes. A nivel global, la pandemia de la COVID-19 ha continuado afectando a la salud y la economía de muchos países. Además, han surgido nuevos problemas como la escasez de alimentos y los desastres naturales causados por el cambio climático.
En general, 2022 ha sido un año de incertidumbre, desafíos y cambios, pero también de esperanza y posibilidades. La esperanza viene de las opciones que tienen las nuevas generaciones de crear un mundo más justo y más igualitario, y, por ello nos hemos centrado en la educación transformadora y la sensibilización sobre los derechos humanos a nivel global.
En relación con los fondos obtenidos, 2022 ha sido un buen año en la línea de los últimos ejercicios, lo que nos permite trabajar con más personas titulares de derechos en los proyectos.
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